La Dirección de Servicios Públicos y el Centro de Atención a
Inquilinos de la Defensoría del Pueblo porteña intervinieron en el
caso de Antonella, una niña electrodependiente que vive en el barrio
de Villa Soldati.
Su familia había recibido un ultimátum por parte de la empresa
Edesur mediante el cual les daban el plazo de una semana para que
instalaran el medidor o de lo contrario les cortarían la luz.
A partir de la acción del organismo se consiguió que la empresa
prestadora del servicio de electricidad instalara el medidor y
suspendiera el corte de forma indefinida. Además se está trabajando
para que se registre a la familia como usuario electrodependiente y
se les dé acceso a la gratuidad del servicio, tal como lo establece
la Ley 27.351 de Electrodependientes.
La familia de Antonella se encontraba desesperada porque el dueño
del departamento que alquilan no presentaba los planos ante Edesur
para proceder con el trámite. La desesperación tenía que ver con que
su hija menor nació con una grave malformación cerebral,
hidrocefalia, por lo cual necesita de un respirador que "hace de
pulmón" cuando detecta que la menor deja de respirar. Pero cuando no
hay luz el artefacto sólo tiene autonomía para funcionar durante
tres horas. Por lo tanto depende de la electricidad para vivir.
“Estoy infinitamente agradecida con el trabajo y la rapidez con la
que la Defensoría del Pueblo nos ayudó a resolver la situación.
Hicieron que todo fuera mucho más fácil,” declaró Débora, la mamá.