Matías Tombolini asumió la Presidencia del Consejo Económico y
Social de la Ciudad de Buenos Aires en enero de este año, y desde
entonces se propuso recorrer asociaciones civiles de las 15 comunas
porteñas. En la Asociación de Fomento Amigos de Villa Luro (AVL), el
economista habló del momento que atraviesan los que describe como
“formadores estructurales de la comunidad”.
¿Por qué el CESBA comenzó a ir
por los barrios?
Pienso que hay dos maneras de vivir la realidad: cuando la estudias
con un libro; o cuando la caminas. Creo que la realidad hay que
caminarla, así surgió el programa “CESBA en los Barrios”, en donde
sólo nos falta ir a dos comunas para terminar de recorrer las 15 en
sólo 90 días de gestión.
¿Cuál es el trabajo que hace?
No vengo sólo, me acompañan colaboradores especializados en el
ámbito institucional y deportivo. Nos reunimos con dirigentes que
nos van mostrando las instalaciones y nos llevamos sus inquietudes,
y la forma de solucionarlas.
¿Con qué realidad se encontraron en la Comuna 10?
Puntualmente del Club Amigos de Villa Luro nos llevamos la idea
trabajar contra el maltrato infantil, las quejas ante un sistema de
inspecciones que tergiversan el sentido de un club relegando la
finalidad social de la Asociación. En estas paredes que hoy cuentan
con 1.300 socios hay un pedazo de historia de esta parte de la
Ciudad. Cuando comencé la gestión buscamos distintas personas que
puedan tomar como eje central que es lo que les pasa a cada actor de
la sociedad. Las micro implicancias en nuestra vida cotidiana
merecen una política pública desde una perspectiva de escucha, más
que presumir que está todo escrito en un manual.
Suele pasar que en tiempo de crisis, lo primero que una familia
decida recortar es el club en el cual hace actividad su hijo...
Te doy un dato, nos contaba un directivo del club que cayó un 30 por
ciento la matrícula en la colonia este año, a comparación de la
temporada anterior. Encontrás en las recorridas los resultados de
una desprotección a las economías de los sectores medios y populares
de la CABA. Te puede subir la venta de autos pero eso no significa
que estemos bien, estar bien es que un club pueda hacer obras, y en
Amigos de VIlla Luro hace dos años que no se hacen obras que no sean
de mantenimiento. Un pibe que está acá es uno que no está en la
calle, es la medida en que estas instituciones permiten juntarnos en
un mundo individualista, cuando ves una copa en una vitrina
significa lo opuesto a una foto en instagram. La copa es el
resultado de un proceso colectivo. Los clubes son formadores
estructurales de una comunidad, el Estado tiene que ir por ahí.
¿Qué reclamo es común en todas las instituciones que fue?
En todos los clubes me hablaron de las tarifas de los servicios
públicos. El recupero no es inmediato y la cuota social,
puntualmente en AVL es de 300 pesos. Si ese es el ingreso, y tenés
empleados y profes, las tarifas deberían ayudar financieramente a
estos clubes. Ese reclamo aparece sistemáticamente sin importar la
Comuna, y quita oxígeno para poder realizarle mejoras a la
instituciones.