La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
presentó en la legislatura porteña un proyecto de ley llamado
“Alcoholemia cero”, con el objetivo de contribuir con la disminución
de accidentes viales, una de las principales causas de defunción en
el mundo y también en la Argentina.
El proyecto estipula que estará prohibido en la Ciudad de Buenos
Aires conducir con más de cero gramos de alcohol por litro de sangre
e incorpora una nueva escala para descuentos de puntos en el
registro de conducir.
Esta iniciativa va en línea con lo que viene sosteniendo esta
Defensoría del Pueblo en sus últimos informes sobre siniestralidad
vial, donde asegura claramente que el consumo de alcohol no es
compatible con una conducción segura, y que ello pone en riesgo la
vida de los conductores y de los terceros.
De hecho, en el informe de Siniestralidad Vial presentado por este
organismo en 2016 se contabilizaron 9.090 siniestros en los que
9.776 personas resultaron heridas y 66 fallecieron. Los
motociclistas son el principal grupo de riesgo: representan el 42,4%
del total de víctimas fatales in situ, y el 39,1% de los heridos. Si
se agrupa la cantidad de víctimas por franja etaria, la población
entre 20 y 39 años alcanza al 56,5% de las víctimas totales y
representa el 48,6% de los fallecidos.
La Organización Mundial de la Salud determina que “…conducir bajo
los efectos del alcohol o de cualquier sustancia psicoactiva o droga
aumenta el riesgo de un accidente con desenlace fatal o lesiones
graves”.
En ese marco, es grave lo que sucede en el territorio porteño, donde
un informe del Ministerio Público Fiscal determinó que las
autoridades detienen a un conductor ebrio cada dos horas. Casi la
mitad de los casos de alcoholemia positiva de este año se
registraron en Palermo, Belgrano y Recoleta. Asimismo, en 2015 se
registraron un total de 3159 casos de conductores en estado de
ebriedad o bajo los efectos de estupefacientes, lo que significó un
27,3 por ciento más que en el año 2014.