21/11/2017

“CUMPLÍ CON MIS PROMESAS”


El diputado porteño, Claudio Palmeyro, está próximo a terminar su segundo mandato el 9 de diciembre y en esta nota señaló sus experiencias personales en el cargo que ocupó durante ocho años. Además, el referente del Sindicato de Peones de Taxis aseguró irse satisfecho con el trabajo relacionado a la normativa en lo referente a tránsito y transporte de la Ciudad.

 


¿Qué experiencia le queda de la Legislatura?

Me llevo una experiencia muy rica desde lo personal donde uno aprende a convivir con otros espacios, esta es una casa que nunca una fuerza tuvo la mayoría absoluta para imponer temas y eso permitió que busquemos consensos. Por mi falta de experiencia, en un principio fijaba posición sobre algún proyecto según su autor, y ya con los años entendí que lo primero es leerlo y después intentar mejorarlo sea de quien sea para enriquecer las Leyes.

¿En cuanto a la representación del extracto gremial?

Como representante de una actividad, en estos ocho años logramos cambiar toda la normativa del Taxi. Unificamos su reglamentación en un solo capítulo que integra el código de Tránsito y Transporte, hemos bajado la antigüedad de los vehículos, que todos los coches tengan aire, y se puso blanco sobre negro en la responsabilidad en toda la situación laboral de nuestro rubro. Como sector dejamos una norma actualizada, y como última generamos otra que provee de 200 taxis adaptados para personas con discapacidades motrices, para que el pasajero no deje la silla de ruedas y pueda subirse con ella al vehículo de forma segura.

Muchos cambios ha sufrido el sindicato en estos años, tanto de fondo como de forma, sin embargo sigue teniendo como nombre “Peones” de Taxi. ¿Por qué nunca modificaron esa palabra con tanto sentido de pertenencia aparejada?

Es una discusión que varias veces hemos tenido. Al ser conductores profesionales algunos piensan tener otra identidad, pero el sindicato tiene su historia. Se lo llamó Sindicato Justicialista de Peones de Taxi porque así lo bautizó su fundadora María Eva Duarte de Perón. Antes de su creación en 1952 estaba el sindicato de Conductores de Taxis, más específicamente, en un acto el General Perón hizo entrega de los famosos “Hormiguitas Negras”. Entonces, esos compañeros a los que se le entregaron esos vehículos pasaron a ser titulares de los taxis y a tener choferes. Unos años después, los peones le hacen el planteo a Eva Perón, en lo que hoy es la Legislatura Porteña, de su situación laboral. Evita les dice “pero si el General les dio esos coches”, y ellos le explicaron que esas personas se habían hecho patrones y ahora eran sus trabajadores. Ahí Evita fundó el sindicato para darle esa nueva identidad a los trabajadores, y por eso para nosotros es muy caro sentimentalmente ser Peones de Taxis.

¿Cuál cree que es la medida que realizó y le cambió la vida al porteño?

Cumplí con lo prometido en cuanto a defender al taxista,y ya en tono general para los porteños en su totalidad, el haber realizado aportes en el Paseo del Bajo a mi entender fue importantísimo. Fui crítico al sistema Metrobús, sobre todo porque quedó a medio término y pienso que eso relegó al transporte subterráneo. Pero, sin lugar a dudas existe un impacto positivo en el vecino que logra acortar el tiempo de viaje.

¿Tiene definido qué rol lo espera a su término de mandato?

Muchos dicen que vuelvo al gremio, en verdad, nunca me fui. Confirmado nada, expectativas hay pero no hay algo que me desvele. Si surge algo referido a transporte lo analizaré pero si no se da, estoy más que satisfecho por lo trabajado en estos ocho años en la Legislatura.
 

Por Rodrigo Marcogliese

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