Nuevas medidas tomadas por el titular del PAMI, Carlos Regazzoni,
provocan un ajuste en sus afiliados. En esta nota el desglose de las
condiciones que cumplen los desafectados a la cobertura.
“Jubilado de un derecho que cortaron como helecho” reza un verso de
una canción compuesta por la popular banda (ya disuelta) Los Piojos.
Las malas noticias para quienes tienen PAMI no tardan en llegar, y
es frecuente leer algún recorte en la cobertura de sus afiliados.
Carlos Regazzoni en un reportaje con el diario La Nación dijo que
desde ahora no tendrán sus medicamentos gratis todas aquellas
personas que sean propietarias de más de un inmueble, o que de los
registros surja que tengan un vehículo de menos de 10 años (con la
excepción de aquellos que posean un certificado de discapacidad).
Tampoco podrán hacerse de medicamentos gratis los que perciban por
arriba de 8.500 pesos (ellos tendrán una cobertura menor) o sean
dueños de embarcaciones o de aeronaves.
Tampoco tendrán acceso a la bonificación total aquellos jubilados
que, además de PAMI, cuenten con una prepaga.
El director ejecutivo del Instituto Nacional de Servicios Sociales
para Jubilados y Pensionados, quién justificó este recorte en que el
PAMI se ahorraría 1.6 millones de pesos anuales en la quita de este
subsidio aseguró "esto es un escándalo. Acá había mucho de prebenda
política", y añadió “esto es justicia social”.
Son 1,6 millones de jubilados quienes gozaban con la cobertura del
100 por ciento de sus medicamentos, de un total de 5 millones que
tiene el PAMI, entre jubilados y pensionados.
Sólo 53 personas tienen aviones, y son 2.495 las que tienen una
embarcación. Además de que se registran 150.000 que tendrían un plan
de medicina prepaga (que posiblemente hayan sido mencionadas en este
párrafo por alguna otra condición del recorte).
Antes de citar al economista Martín Tombolini, “pagan justos por
pecadores” porque estaríamos hablando de que si quitamos los recién
citados jubilados y pensionados que se les ajusta la cobertura nos
quedan 1.447 millones de afiliados que se les recortará el beneficio
por cobrar por encima de la “onerosa” suma de 8.500 pesos.
Caso por caso, la tenencia de aviones no es justificable para que
reciba el subsidio, aunque sus aportes hayan sido realizados
debidamente. Las casi 2.500 personas que cuentan con embarcaciones
aunque habría que definir tamaño, modelo, y cómo las adquirieron,
entre otras cosas también podríamos dejarlas de lado. Pero hablamos
de 2.548 jubilados en un universo de 1,6 millones.
Aquel abuelo que siempre desde la punta de la mesa recomendaba
invertir en la tierra, para poder generar ingresos con alquileres, o
que le quedó un monoambiente en Almagro ya es considerado una
persona capaz de poder abonar sus medicamentos para el colesterol,
la presión, el corazón, porque si tiene un inmueble es garantía de
que cuenta con el poder adquisitivo para hacerlo según lo
establecido desde el Gobierno.
Ni hablar del zapatero que vivió toda su vida gozando de la obra
social del sindicato, luego se jubiló y siguió como pasivo
contribuyendo a una prepaga para que lo atiendan más rápido de lo
que tarda en dar turnos el PAMI. Habrá que decirle que no tendrá más
una cobertura del 100 por ciento en sus medicamentos, y que tendrá
que elegir entre pagarlos (porque obviamente debe contar con la
plata para hacerlo), o dar de baja la prepaga y esperar
pacientemente lo que tarde en atender el PAMI sus urgencias.
Como último ejemplo, el pensionado que tiene un Ford Ka 2007 también
tendrá que optar entre la comodidad de viajar en auto o pagar sus
medicamentos.
Por eso, si la idea era revisar cuentas en el organismo, si
aparecían muertos que aún gozaban del subsidio como aseguran, haber
puesto estas condiciones para realizar un ajuste no era la solución.
En PAMI pagan justos por pecadores.