Mientras en una parte de la Comuna referentes del oficialismo
porteño hacían timbreos, vecinos convocados en Villa Real se
organizaron en contra de carriles exclusivos en la zona.
Más de 60 fueron los ciudadanos que se dieron cita en la esquina del
barrio Villa Real para hacer frente a lo resuelto por el Ministerio
de Transporte porteño. En la resolución publicada el 23 de febrero
en el boletín oficial, se establece la creación de carriles
exclusivos para bicicletas o ciclovías y bicisendas. Como parte de
un proyecto más ambicioso pretende hacer de 188 manzanas del barrio
de Villa Real.
Una vez encaminada la reunión, los vecinos convocaron a la Comunera
Cynthia Salama, quien ya había desde Febrero, entablado comunicación
con el área del GCBA a cargo y plantearon la necesidad de hacer
visible la disconformidad y la intención de judicializar esta
decisión.
Estos barrios de la comuna se caracterizan por sus casas bajas que
no obliga a las nuevas edificaciones a hacer cocheras, y con
pequeños comercios o talleres familiares que le dan vida y
movimiento económico.
Hace meses los vecinos y comerciantes de la calle Marcos Sastre en y
Lope de Vega, habían protagonizado discusiones con los
representantes de la Subsecretaria de movilidad sustentable y
Segura, quienes aparecieron para comenzar una obra que no fue
planificada, ni acordada. Menos con los miembros de la Junta Comunal
10 que nuevamente se ven avasallados en sus facultades y violentada
la ley 1777, pues la misma habla de las competencias exclusivas y
concurrentes del gobierno comunal.
Estos inconvenientes sumado a los tremendos problemas de inseguridad
que más de una vez impiden a quienes sí tienen garage guardar su
auto, falta de respuesta a las demandas reales y cotidianas como
reparación de aceras, desrramado de arbolado, falta de luminaria,
semáforos, falta de calefacción en las escuelas públicas de la zona
(por ejemplo la Escuela 14 “Kennedy”), obligaron a los ciudadanos de
la comuna 10 a presentar más de 300 amparos contra un proyecto
extrapolado de las grandes ciudades europeas pero sin ningún anclaje
en la realidad concreta urbanística de nuestra querido barrio.
Para finalizar, los vecinos pretenden que el GCBA muestre los
estudios de impacto ambiental y consensuen un proyecto que los
incluya y que los contenga.