La Auditora de la Ciudad, María Raquel Herrero, aseguró que el hecho
de que sea un año electoral no influirá en su mirada técnica en los
asuntos que supervisan. Además, la ex legisladora reivindicó a los
trabajadores de la casa, y anticipó el evento que tendrá lugar en la
Palacio Legislativo porteño para celebrar los 20 años de la creación
del órgano de control.
¿Qué análisis hace del modo de comunicar que tuvo Mauricio Macri en
las últimas apariciones públicas?
Vi en la asamblea legislativa a un Macri firme y enérgico. Sin
embargo me llamó la atención la falta de respeto de diputados, es
decir, si está hablando el Presidente electo democráticamente con el
cual discrepas, u opinas distinto no podés insultar desde tu banca.
Tenemos que jerarquizar la política.
¿Volvería a ocupar un cargo legislativo?
Me gusta la función pública, tuve la suerte de estar en el
Ejecutivo, la Legislatura, y ahora la Auditoría como órgano de
control. Me gusta aportar mi punto de vista en donde me toque estar,
pero creo que no volvería al legislativo porque trabajo y trabajaré
para este espacio y si bien soy una soldado que estaré donde me
toque estar, no tengo ambiciones personales como para decirte que me
gustaría tal o cual cosa. Tengo ambiciones como ciudadana, quiero
ver al cambio seguir creciendo.
En caso de volver a estar otra gestión en la Auditoría, ¿Qué temas
le quedaron pendientes?
Todo es perfectible, siempre faltan cosas por hacer. Termino esta
gestión con una gran satisfacción porque las cosas que me propuse
las hemos logrado, la auditoría funcionaba en una galería y ahora
tenemos un edificio propio. Ese era uno de los objetivos, además de
modificar el convenio colectivo de trabajo. Trato de tener una buena
relación con los gremios, siempre dije que yo vengo de abajo, soy
una trabajadora. Estoy de paso y se que los trabajadores son el
principal capital que tiene la Auditoría. Trabajé, trabajo y
trabajaré por y para la gente. Por eso, siempre traté de ser
responsable en las mejoras a los empleados. En cuánto al cuerpo
colegiado logramos muchos consensos y siempre con buena fe. Mi
conciencia está tranquila.
¿Cómo se prepara para llevar a cabo un año electoral con
confrontaciones en un órgano de control representado por distintos
sectores políticos?
No considero que tengo enemigos, sino adversarios y cada uno de los
auditores responde a una fuerza política y tiene que hacer su
campaña. Seguramente habrá chicanas, y las tomaré como lo hice
durante todos estos años. No es necesario que sea año electoral para
que existan esas confrontaciones. En los proyectos a veces aparecen
observaciones sobre lo que se audita que son políticas, trato de ser
técnica en eso. Es importante para el Ejecutivo que un organismo de
control le marque sus virtudes y fortalezas, yo no encuentro que se
tomen lo que decimos a la ligera. Lo que no reconocerá la oposición
es que cuando hacemos seguimientos de lo que auditamos para ver si
lo que indicamos se mejoró, te puedo decir que en más del noventa
por ciento las observaciones se resolvieron. Ahora, es obvio que
meta la cola la política, mi rol de oficialista es la coherencia.