Un nuevo proyecto de quema residual fue aprobada por la Legislatura
Porteña. De esta manera quedarán reducidos al 10 por ciento de sus
volúmenes. Además, ampliaron los tiempos para el cumplimiento de
objetivos.
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires modificó la legislación
local conocida como "de Basura Cero" (Ley N° 1854), con el propósito
de prorrogar los plazos originales sobre cumplimientos de metas y,
además, permitir una nueva forma de combustión controlada y bajo
riesgo ambiental que sirve para generar energía mientras se reducen
los residuos a la décima parte de su volumen.
La iniciativa fue del Poder Ejecutivo, que planea importar de Europa
hornos de avanzada tecnología para aplicar el sistema denominado "termovalorización".
Hubo también un proyecto del diputado Marcelo Depierro (MC), del
interbloque Evolución, y varias reuniones de las Comisiones de
Ambiente y de Obras y Servicios Públicos, donde se hicieron
modificaciones a pedido de organizaciones ecologistas, cooperativas
de recicladores y entidades vecinales. Myriam Bregman (FIT) había
hecho observaciones y pidió el archivo del proyecto.
Finalmente se elaboró un despacho conjunto de mayoría de ambas
comisiones, que fue debatido y actualizado aún en el recinto al
momento de la votación en particular. La ley fue resistida por la
oposición y se sancionó por 36 votos positivos de Vamos Juntos, Gen
y MJ y 22 votos negativos del resto de las bancadas.
"Es necesaria la implementación de nuevas tecnologías para mejorar
la eficiencia en la gestión de residuos, entre ellas, la
valorización energética", sostuvo el dictamen conjunto que firmaron
en mayoría los legisladores oficialistas, en consonancia con los
fundamentos de la Jefatura de Gabinete.
La termovalorización consiste en la oxidación total de los residuos
a altas temperaturas, en hornos específicos, que reducen en un 90
por ciento el volumen de los desechos y cuyas cenizas pueden ser
reutilizadas en la industria de la construcción. La tecnología
deberá cumplir los estándares de eficiencia energética definidos por
la Unión Europea. La norma propuesta también establece mecanismos
para el control ciudadano de posibles contaminaciones.
La norma sancionada garantiza el trabajo de los recuperadores
urbanos al prohibir terminantemente el tratamiento térmico de
materiales reciclables o aprovechables provenientes del circuito de
recolección diferenciada.
En cuanto a la prórroga de plazos, se mantiene la reducción
progresiva de la cantidad de residuos que se permiten depositar en
los rellenos sanitarios y se establecen las siguientes nuevas metas
a cumplir: "De un 50% para el 2021, de un 65% para el 2025 y un 80%
para el 2030, tomando como base los niveles enviados al CEAMSE
durante el año 2012. Se prohíbe para el 2028 la disposición final de
materiales tanto reciclables como aprovechables”.
Con los cambios votados, el nuevo artículo 2° de la Ley 1854
estipula: "Se entiende como concepto de Basura Cero, en el marco de
esta norma, el principio de reducción progresiva de la disposición
final de los residuos sólidos urbanos, con plazo y metas concretas
por medio de la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la
reducción en la generación de residuos, la separación selectiva, la
recuperación, el reciclado y la valorización."
"La Ciudad fijará un cronograma gradual de recuperación de
materiales reciclables y aprovechables provenientes del circuito de
recolección diferenciada, cuyas funciones seguirán siendo prestadas
por los recuperadores" estipula el nuevo art. 6° por el cual también
"se prohíbe el tratamiento térmico de material reciclable o
aprovechable". Para el cronograma "se tomará como base la totalidad
de los materiales reciclables y aprovechables recuperados, mediante
la recolección diferenciada, en el año 2017”.
El artículo 7° modificado dice que "queda prohibido, desde la
publicación de la presente, la combustión de residuos sólidos
urbanos sin recuperación de energía, especialmente cartón, papel y
polietileno Asimismo queda prohibida la contratación de servicios de
tratamiento de residuos sólidos urbanos de esta ciudad que tenga por
objeto la combustión sin recuperación de energía en otras
jurisdicciones."
Un artículo 7° bis incorporado establece: "La fracción de residuos
sólidos urbanos húmedos sólo podrán ser pasibles de transformación y
valorización, mediante técnicas de combustión con recuperación
energética, previo tratamiento en planta de separación con el fin de
seleccionar aquellos materiales factibles de ser reciclados,
principalmente cartón, papel y polietileno teleftalato (pet). Se
prohíbe el tratamiento térmico de materiales reciclables o
aprovechables provenientes de todo circuito de recolección
diferenciada implementado con exclusividad para esta fracción por la
Autoridad de Aplicación en materia de residuos”.
Un nuevo artículo 33° bis dispone que "el tratamiento de residuos
sólidos urbanos por medio de combustión con recuperación de energía,
deberá garantizar el cumplimiento de las siguientes condiciones:
a. Los servicios de tratamiento que tengan por objeto la combustión
de residuos sólidos urbanos con recuperación energética deben
utilizar métodos o tecnologías que aseguren el cumplimiento de los
estándares de eficiencia energética definidos en la Directiva
2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo (Anexo I), así como
sus actualizaciones posteriores.
b. Los límites para las emisiones a la atmósfera producto de la
combustión de residuos no podrán superar los límites establecidos en
la Parte 3 de la Directiva 2010/75/UE del Parlamento Europeo y del
Consejo (Anexo II).
c. La gestión de los residuos resultantes de la combustión debe
realizarse según las normas vigentes para el tratamiento de
residuos, en particular las cenizas volantes que deben ser
consideradas como residuos peligrosos".
Otro de los requisitos legales (art.52° bis) es que "los residuos
sólidos urbanos podrán ser pasibles de valorización energética
cuando estos no hayan podido previamente ser recuperados y/o
reutilizados en los centros de selección, acondicionamiento o
tratamiento" y que "se deberá garantizar la protección de la salud
de las personas y del ambiente".
A los efectos, se crea el "Sistema de Información Pública del Sector
de la Valorización Energética de Residuos (SISVER), que permita el
monitoreo continuo y permanente de las emisiones en la atmósfera, en
el suelo y en las aguas superficiales y subterráneas que resulten de
las actividades de combustión con recuperación energética". Además,
una comisión de asesoramiento técnico deberá analizar semestralmente
los resultados de los controles.
El proyecto fue intensamente debatido en el recinto, tal como había
ocurrido antes en las reuniones de comisiones, con la presencia en
las gradas de ambientalistas, recicladores y vecinos. Hablaron los
diputados Mercedes de las Casas y Gastón Blanchetiere (VJ), como
miembros informantes y presidentes de las comisiones de Ambiente y
de Obras y Servicios Públicos, respectivamente. También hicieron uso
de la palabra Myriam Bregman, Fernando Del Corro (PTS-FI) y Gabriel
Solano (FIT), Marta Martínez (AyL), Inés Gorbea (S+), Mariano
Recalde (UC), Sergio Abrevaya (Gen), Roy Cortina (PS), Marcelo
Depierro (MJ) y María Rosa Muiños (BP).
Desde el oficialismo, De las Casas enfatizó que el proyecto enviado
por la Jefatura de Gobierno de la CABA “ha tenido muchísimos
cambios; todos fueron escuchados, todos incluidos, hemos tomado
todas las modificaciones propuestas porque queremos una ley con el
consenso de todas las partes”, argumentó. Negó que la norma afecte a
los recicladores, afirmó que hay 5 artículos, en una ley de 10,
destinados a garantizar esa actividad y señaló que este año el
presupuesto destinado a esa tarea de separación de residuos se
aumentó en 690 millones de pesos.
De las Casas también habló del “sinceramiento de metas” y aseguró
que “habrá controles con estándares europeos para el tratamiento de
un volumen de basura diario de 2.500 camiones. Si funciona en París,
no veo por qué no puede funcionar acá”, concluyó.
Blanchetiere, a su vez, destacó que en Alemania hay 121 plantas de
tratamiento térmico de la basura a pesar de que separa y recicla el
65% de los residuos, y en Francia funcionan 122 de estos hornos de
termovalorización. Además, dijo que informes oficiales del Reino
Unido dan cuenta de de que “no hay daño verificable a la salud” por
el uso de estas plantas. Además, desafió a los críticos y opositores
“que me digan si hay algún lugar en el mundo que recicle el 100 por
ciento de sus residuos”.
En representación del bloque Unidad Ciudadana, Recalde habló “del
fracaso de los últimos diez años de gestión en la Ciudad” por no
haber cumplido las metas de la ley de Basura Cero, fustigó “el
desprecio por el trabajo y la voracidad por los negocios” y estimó
el costo de esas plantas en unos 500 millones de dólares cada una y
tras mencionar que se instalarían siete, enumeró cuántas obras de
carácter social o educativo podrían hacerse con esos fondos.
Suma +, a través de Gorbea, planteó su oposición al proyecto
oficialista, afirmando que “se intenta desvirtuar la ley de Basura
Cero”, cuantificó que “el 85% del presupuesto en la materia se gasta
en recolección indiferenciada, por lo que apenas se reciclan 400
toneladas por día de basura”, que es una mínima proporción (se
estima entre 6.000 y 7.000 el tonelaje total de cada día). También
acotó que “llegamos tarde a la termovalorización, cuando en Europa
ya es una tecnología en desuso”.
Desde los bloques de izquierda las críticas fueron severas desde lo
ambiental, económico, laboral y hasta el manejo mediático del tema.
El PS también se opuso porque aseguró desconfiar de los controles,
como indicó Cortina, mientras que Abrevaya argumentó a favor porque
consideró que "lo más riesgoso en cuanto a contaminación es el
actual enterramiento de la basura y máxime si le enterramos al otro,
en el Conurbano, cuando la Ciudad debe resolver qué hace con sus
propios residuos”.
Muiños, a su vez, coincidió en que “no podemos seguir enterrando la
basura y menos en otro distrito”, ponderó que se haya modificado el
proyecto original del Gobierno pero igualmente anunció el voto en
contra del Bloque Peronista en desacuerdo con las soluciones
propuestas. Depierro, en tanto, defendió su proyecto “alternativo”
pero terminó adhiriendo al despacho de comisiones que tomó algunas
de sus propuestas.
El texto definitivo de la norma votada terminó siendo actualizado en
el recinto, al momento de la votación en particular y los cambios de
último momento fueron en el sentido de reafirmar la continuidad del
sistema de reciclado y separación y el control de posibles
contaminaciones.
Nuevo centro de separación de residuos secos
Con despacho de la Comisión de Planeamiento Urbano y por iniciativa
del Ejecutivo de la Ciudad, los diputados aprobaron hoy en primera
lectura la nueva zonificación de una manzana, en el barrio de
Saavedra, para permitir que allí se levante un “Centro de separación
de Residuos Sólidos Urbanos Secos Semi-Automatizado”.
Se trata del polígono delimitado por las calles Holmberg, Deheza,
Av. Parque Goyeneche y Arias, (Comuna 12) que quedó ahora afectado
como zonificación E4 - Equipamiento Especial "Higiene Urbana", a los
fines de instalar allí esa nueva planta de tratramiento denominada
MRF (“Material Recovery Facility”).
Tales instalaciones iban a estar originalmente en la zona riberaña
del barrio de Nuñez, pero ahora se definió ese terreno de Saavedra,
puesto que el anterior fue cedido a la Asociación Civil Tiro Federal
para el nuevo club de tiro de la Ciudad.
"Las plantas de tratamiento MRF se caracterizan por utilizar
tecnología de vanguardia para clasificar y separar en forma
automática aproximadamente 10 toneladas por hora de residuos secos.
Así, estos residuos son separados en papel, cartón, PET, metales
ferrosos, plásticos en general, polietileno expandido, etc.",
explican los considerandos del dictamen de la comisión legislativa.
Estas plantas se encuentran equipadas de un mínimo de ocho máquinas
automáticas, entre las que se destacan abrebolsas (dosificadora),
zaranda Glass Breaker (proceso eficiente de separación del vidrio,
reduciendo la separación manual posterior en línea), separadores
ópticos y separadores magnéticos. Asimismo, presentan un complejo
sistema para el control central automático de toda la línea, el cual
se puede ejecutar desde una computadora portátil, permitiendo a
cualquier autoridad tomar conocimiento sobre el estado general de la
planta.
Se argumentó que "por el tipo de residuos tratados, estas plantas no
generan ningún tipo de olor, ni comportan emanación de gases ni
ningún otro contaminante que pueda perjudicar la salud de las
personas".
La ley aprobada en primera lectura que deberá pasar por Audiencia
Pública, dispone la ocupación del 80 % del suelo, sin contar los
playones de maniobras y estacionamientos descubiertos. Las
edificaciones no sobrepasarán los 12 metros de altura. Las áreas
libres de instalaciones y edificios, incluyéndose los
estacionamientos a cielo abierto, deberán ser parquizadas.
Se aprobó por 36 votos a favor aportados por Vamos Juntos, Gen y
Mejor Ciudad, 4 votos en contra de Suma+ y 4 abstenciones del Bloque
Peronista.